Hubo cuatro propuestas:
- El lápiz del carpintero, de M. RivasEn la cárcel de Santiago de Compostela, en plena Guerra Civil, un pintor dibuja el Pórtico de la Gloria con un lápiz de carpintero, reflejando los rostros... y aún más, la desesperación de sus compañeros de presidio. Un guardián su futuro asesino., lo observa todo. A partir de esta escena, el Lápiz de Manuel Rivas hilvana una historia donde el amor logra vencer a la desesperación.
- Obabakoak, de B. AtxagaObabakoak reúne las apasionantes historias de los habitantes del territorio de Obaba: el profesor de geografía que recuerda su extraña relación amorosa con una chica que sólo conoce en sus cartas, la joven maestra que tiene que aprender a combatir la soledad a lo largo de un frío invierno, la relación de un canónigo con un niño perdido en el bosque, el escritor que da un giro a su vida cuando descubre un detalle asombroso en la ampliación de una vieja foto de la escuela... Bernardo Atxaga hila con maestría todas estas historias, y las que nos cuentan sus personajes, para celebrar el poder de la palabra: las viejas cartas donde se consignan los secretos y las confesiones más íntimas, los recuerdos, los libros que nos llevan a otros lugares —las frías calles de Hamburgo, los verdes prados de Euskadi, la selva de la Amazonia— y que nos tienden una mano para rescatarnos de la soledad.
- La escala de los mapas, de B. GopeguiLa escala de los mapas es la historia del miedo a ser amado y su metáfora, pero es también una reflexión sobre la diferencia entre las cosas que ocurren en el espacio y aquellas otras que suceden en el tiempo. Escrita en un lenguaje renovador, participa de cierta concepción de la literatura como arma blanca capaz de hacer una hendidura en el aire, en los movimientos, en nuestra percepción del mundo.
- Memorias de una vaca, de B. AtxagaDice La Vache qui Rit que en este mundo no hay cosa más tonta que una vaca tonta. Y toda la vida de Mo consiste en demostrar a su amiga que ella, desde luego, a pesar de ser vaca -y no caballo brioso-, no tiene ni un pelo de tonta. ¡Ni uno! Es una vaca notablemente Omega, y nada Alfa. Y tiene una voz interior, y una determinada manera de entender la vida, y..., ¡muchas, muchas ganas de vivir!
De estas cuatro propuestas y, tras una reñida votación, salió elegida Obabakoak, así es que esta será nuestra lectura de final de curso.
Nos reuniremos para comentarla cuando acaben las clases, una mañana de la semana del 22 al 26 de junio, aunque todavía está por concretar el día.
Si quieres pasar un buen rato y unirte a nosotros en esta apasionante aventura de la lectura… ¡estás invitado!, sólo tienes que leerte el libro y acudir a la cita.
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